A vista de pájaro y pata de anfibio: De Nigüelas a Lanjarón
Sierra Nevada siempre tiene caminos y rincones por descubrir, por mucho que creas conocerla o haberla andado. Esta vez salimos junto a los amigos de la Asociación Buxus a fin de investigar alternativas a la clásica ruta de senderismo Nigüelas Lanajarón por el sendero de gran recorrido GR7. Las acequias de la zona actúan a modo de vías fluviales, nos solo para la dispersión de la fauna y la flora, sino para los senderistas deseosos de encontrar alternativas a los caminos más conocidos. No todas las acequias son caminables, bien porque físicamente es imposible andar por su borde o es peligroso, bien porque nuestro paso puede deteriorarlas de forma irreparable, lo que debe hacernos renunciar. Por eso era necesario investigar si esas rutas, claras en el mapa, podían usarse de forma fiable y respetuosa en nuestras excursiones.
Salimos de Nigüelas y caminamos por la encantadora y asequible acequia de la Pavilla que nos conduce hasta el río Torrente,. Tras cruzar el río desandamos el camino por la otra orilla, hasta entroncar con la GR7. Un zig zag bien trazado nos permite superar un importante desnivel. A medida que subimos las vistas del valle de Lecrín crecen y crecen. Aparacen todos los pueblos de esta zona privilegiada climáticamente y rodeada de montañas. Buen momento para recordar la geología de la zona, aprovechando las vistas a la falla de Nigüelas (Monumento Natural). El senderito termina en las pistas forestales, más anchas y cómodas. Un respiro no viene mal y aumentamos el ritmo de nuestros pasos.
A medida que subimos en dirección Sur un nuevo mundo se abre ante nuestros ojos, una imagen que se amplía con nuestro avance: el cierre del Valle de Lecrín con la sierra de Las Albuñuelas, la de los Guájares, Cázulas, Sierra Tejeda con la Maroma, el Lucero y, en el fondo del valle, los dos embalses simultáneamente, el de Izbor y el de Rules, la costa se distingue también, discutimos si es Torrenueva, si los Llanos de Carchuna, los invernaderos están claros. Una sensación de aves rapaces nos invade. A vista de pájaro hacemos barridos visuales en busca de una presa singular: un paisaje inmenso, casi inabordable que alimenta nuestras endorfinas. Abandonamos la pista por el cortafuegos de la zona forestal de Pedro Calvo, una subida de unos 200 m de desnivel con buena pendiente. Es la mejor manera de evitar kilómetros de curvas en la pista que asciende dirección a Tello. Los sudores merecen la pena, otra recompensa paisajística se nos descubre al superar el desnivel: Sierra de Lújar que aparece imponente frente a a nuestros ojos.
Nuestro nivel en sangre de cuencas visuales está al completo y nos encaminamos en busca de otro micromundo dentro de esta Sierra, el mundo del agua que corre en cascadas, ríos y a través del más pefecto sistema de uso y reparto del agua, las acequias. La acequia Nueva está restaurada y, excepto en alguna zona estrecha donde es necesario cruzarla y hacer un rodeo, puede seguirse, siempre con precaución y si se está seguro de no tener vértigo. Caminamos aguas arriba disfrutando durante 3 km del sonido del agua, de las rocas en las que se encaja y de la observación de las plantas, renacuajos y otros habitantes de este sistema vivo. Es una acequia caudalosa y a medida que nos acercamos a su origen o «toma» el agua tiene más fuerza y velocidad. El recorrido acequiero empieza (o termina según nuestra dirección) casi en el punto en que hay un puente para cruzar el río. Aqui un prado invita a sentarse a comer algo y descansar antes de la bajada. El camino hacia Lanjarón lo iniciamos por el conocido camino de Tello, pero en un par de kilómetros lo abandonamos para cruzar el río de nuevo y caminar por otra acequia, la de Montalbán. Un tayecto un poco más corto pero igualmente fascinante. Nuestra experiencia, a pata de anfibio, termina en un salto o aliviadero de la acequia. A partir de aquí toca bajar hacia el pueblo, usando alguna trocha, pista y un tramo final entre los huertos que lindan con Lanjarón, por donde también bajan arroyos y pequeños ramales de acequia.
La ruta Nigüelas Lanjarón por las acequias de Lanjarón es una fantástica opción para aqueños que desean tener una experiencia de senderismo de larga duración (25 Km, unas 8h) pero de dificultad media y, sobre todo, para aquellos que quieren llevarse, en un solo día, todo un álbum de imágenes de la diversidad de paisajes y ambientes de la media montaña del Parque Nacional de Sierra Nevada.
Preparada para repetir con los aventureros que quieran compartirla con www.sierraysol.com